Miro a mis hijos crecer
Y se me agranda la vida
Hacia la fuente mi ser
Profunda hacia dentro
Más lejos atrás,
A la llamada natural
Que me convoca materia
Me exige el alma
Y alzar los brazos al cielo,
Sentirte, soñarte arriba
En lo alto de mi pensamiento
Como la más brillante idea
Amable, bello consuelo
Tú, el molde perfecto
Recipiente y cobijo
Mi primera, mi mejor suerte,
Y hacia abajo…
Traigo tu pecho redondo
Dolido como al rayo después
Principio de misteriosa luna,
Escucho latir tu corazón
El grave centro sagrado
Tu caudal de energía
Que me late y vibra hondo
Y es sabia que me recorre
Alimentándome de la vida
Que desbordan mis hijos
Aún antes de llegarme
Cuando solo eran semilla
Y no tuvieran nombre ni voz
Con otra llama les engendrara
Redondearan mi vientre
Me colmaran de plenitud
Y atravesando la oscuridad
El cuerpo les alumbrara…
Tengo el amor en su pelo
Les corre por la cintura
Atraviesa su espalda
Por ellos se parte en dos,
Sonríe en sus ojos
Me colma las manos
Se me escurre entre los dedos
Acaricia lo que tocan
Y solo pienso en nacer,
Nacer de a poco cada día
Despertarme y nacer,
Mirarles siempre,
Y si me tuviera que morir
Decírselo a mi madre
Que me viniera a buscar
Y morir naciendo al origen…

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