Jugaba con el dedo, la lluvia,
gota a gota suave en un cristal,
acariciaba ensimismada el agua
como si de amor se pudiera juntar.
Como dos cuerpos fundirse,
llenos de suerte encajar,
formar un momento perfecto
de luz azul y empezar a resbalar…
Gotas a un tiempo escurridizo
un instante sublime y nada más,
cobrando forma y vida impaciente
como si eterno pudiera durar…
Como si se parase el mundo
de ti me poseyeras entera,
cupieras dentro de mí
y entre tus brazos naciera.

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