De necesidad volver cada tanto a Delibes y Cinco horas con Mario, un rato con Lola Herrera, tiempo de provecho cumplirse algo importante acompañada de quien más admiro y constatar que somos nuestras palabras, esclavos de ellas. Las que decimos, pronunciamos, y expresan nuestra realidad, la construyen, nos definen, miden nuestros afectos, nos dan sentido…
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Suerte
Once más once del once más uno.
Suenan los niños que cantan y el corazón lo sabe porque su voz está instalada en un lugar de tu memoria al que se accede como desde un olor, lleva directa y ya puedes contemplarte entonces, en un momento justo que es como la infancia aunque seas mayor y suena así, a vocecita pueril entre tierna y pedante porque es machacona pero son huérfanos, crees o te imaginas, y es el espíritu navideño que aflora y no tiene que ver con el dinero sino son las ganas, la ilusión de que tú, alguien de tu entorno, lo más probable esos que después descorchan el champán en el telediario y brindan en vivo y en directo y de nuevo te caen entre bien y mal, tengan ya la vida resuelta, o no. A ti te toca hacer inventario, a través de esa cantinela revivir lo que te fue dado, lo que conseguiste, lo que te queda por lograr…
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Murphy
Tenía que pasarle, vaya, tenía que pasarnos y su nombre estaba elegido de mucho atrás porque sería de ley, de leyes, y solo vendría a cumplirse.
1. LA LEY DE MURPHY. Por la cual no es que si algo malo puede ocurrir vaya a pasar, no es en esa negativa acepción sino en la de Interestelar que si algo tiene que suceder sucederá. Alude al tiempo, su transcurrir a veces lento cuando se espera, a la paciencia difícil siempre, más en los niños, ejemplar Celia aguardando madura, preparando el corazón como al Amor, haciendo el nido para acunarlo, guardarlo dentro, cuidar su ser, alimentarlo y verlo crecer. A su cachorro un pedazo de su tierno corazón…
El espejo en mi habitación
El espejo en mi habitación
Sueña y refleja mi suerte
Se inventa que me conoce
Cuando me asomo a mirarlo
Llueve el espejo la lluvia
Me viste en hilos de plata
Resbala amable por mi piel
Y se me cuela hasta el alma…
Hembra, mujer, diosa…
Muerdo suave tu oreja
y el mordisco es tibio
entre mis labios dulce.
Sube del cuello un aroma
me inunda por la nariz
esencia de duende
que lo envuelve todo.
Como si emanara de mí
te llevara por dentro y…
Contra mi miedo tus ganas
desnudando este cuerpo
dolido, de poco pasado,
desecho en ti, banal, el ego…
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Si fuera un hombre
Si yo fuera un hombre tendría más edad probablemente. A estas alturas de la vida sería más mayor aunque quien me conociera sabría mi edad verdadera e incluso podría parecerle más joven y es que, llegado a este punto, serían para mí muy importantes las formas y en mi interés por guardarlas pudiera dar la impresión de más conservador de lo que realmente soy, lo que seguro y gracias a las distancias cortas, donde expresaría de continuo mi entrenado sentido del humor y mi yo hasta donde alcanzara…
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Perdóname
La casa partida en dos,
cada uno de un lado
como nuestra cama vacía,
en la mesa el pan duro.
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Como pez en el agua
Jugaba con el dedo, la lluvia,
gota a gota suave en un cristal,
acariciaba ensimismada el agua
como si de amor se pudiera juntar…
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Volvería a nacer
Volvería a nacer y muchas veces nacería después del 31 de marzo de aquel año de mi suerte. Lo haría tras la operación, saliendo de la anestesia y una vez me despertaran las buenas noticias. En mi habitación como de hotel llena de mi familia, de mi gente como una procesión, arropada siempre, llena de plantas y flores llenas de vida, plena de vida yo y de ganas, hambrienta de sol y de nubes, de cielos y cielos donde nacer (…)