Habría selección sexual y no sería por el lenguaje sin embargo a mí me llegarías por la voz, la primera vez que te escuchara directamente dirigirte a mí si tuvieras algo que decirme y no solo eso, que fuera importante, valioso. Sin estar todo ganado me entrarías, se orientarían tus pasos, empezaría el camino juntos. Y el sonido…
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Palabras
Cinco horas con Mario
De necesidad volver cada tanto a Delibes y Cinco horas con Mario, un rato con Lola Herrera, tiempo de provecho cumplirse algo importante acompañada de quien más admiro y constatar que somos nuestras palabras, esclavos de ellas. Las que decimos, pronunciamos, y expresan nuestra realidad, la construyen, nos definen, miden nuestros afectos, nos dan sentido…
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Más allá de la Antropología…
Echa la red el pescador
a un mar de signos
donde flotan las letras
como peces vivos.
Nadan sutiles a la deriva
entre corrientes y luna
buscándose unas a otras
chocan, se besan gentiles
se funden en palabras
que quieran inventarnos,
todas las que nos dimos
las que todavía esperan
a que quieras llegar, tú
mi Navegante y Poeta
para ponerles la voz…
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23 del Abril robado de 2020
Si digo quien me quiera que me escriba es toda una declaración de intenciones y es una declaración de amor. La de mis escritores, tantas letras que me llegaron, las historias que me narraron, los personajes que me acompañan, todo lo leído y releído que forma irremediablemente parte de lo que soy, que no puedo dejar de amarles, a ellos a través de mí, de mí a través de ellos si me conozco en ese acto que digo es pura generosidad y transcurre mágico, conquistar tu corazón y transformarte todas las veces para mejor, que es el poder de la comunicación sublimado en el arte cuando lo que recibes es material delicado, sensible, de necesidad, necesario…
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El amor en los tiempos de Coronavirus III
El amor en los tiempos del coronavirus transcurriría diferente, con una cadencia distinta, demasiado lenta y anhelante, agitada en la impaciencia a ratos y constantemente desacompasada a las horas antes, al reloj de antaño y al impulso febril de los amantes confinados en sus respectivas hogares condenados a extrañarse, a sentirse lejos los cuerpos recién, ya conocidos o aún por conocerse, creando otro espacio, un lugar común posible donde seguir queriéndose las almas, cien por cien consagradas, explorando e inventando un lenguaje capaz de expresarles, enunciar los minutos de grave ausencia pero y los otros, la mayoría instantes de plenitud evocándose, pensándose mutuamente, averiguándose en todo alrededor. En la tarea más nimia intuirse y reproducir la sonrisa del otro, su gesto de aprobación, de conformidad, la sorpresa, el guiño cómplice, su arrugar la nariz, fruncir el ceño, beber la copa…
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