Doy mis poemas
A quien le sirvan
Le hagan bien
Cuantos escribí para él,
Despojarle de mi afecto
Mi suave voz
Grave a veces
Cálida en las madrugadas
Encendida de deseo
A su oreja anunciarme…
(…)
Esperanza
El Amor en los tiempos de coronavirus II
«Era inevitable, el olor de las almendras amargas le recordaba siempre el destino de los amores contrariados»… De los amores difíciles, la belleza de los imposibles cuando esa coyuntura se desconoce aún, los amores a distancia, en diferido, en pausa, en suspenso, los que se quedaron a medio hacer, a punto de estrenarse, por debutar o por perdonarse. Quienes acordaron verse, conocerse al fin. Quienes se prometieron, incluso se juraron. Los pequeños amores cotidianos, de clase, del trabajo, del gimnasio, de bar, basados solo en la gloria de cruzar las miradas, intuirse cerca, compartir un espacio, todo el futuro por delante… Amores postergados haciendo peligrar la primavera, quizá la primera y única primavera negada, y con ella la sangre alterada, el pulso fuerte, las flores, sucumbir al deseo, entregarse con ganas, morirse y renacer en otro, ahogarse de júbilo en un amor de verano a la orilla del mar, el calor de los cuerpos consumirse de placer en la ciudad, todo alrededor desordenado pero a una con algo superior, perfecto el universo, la brisa fresca, una melodía sonando por dentro, luz en la penumbra, el misterio de las almas entregadas…
(…)
Ya vienen los Reyes…
Van llegando los Reyes Magos por una senda de tierra que atraviesa mi tiempo desde la infancia hasta aquí, largo el camino siguiendo mi buena estrella, brillando sus siete puntas, luciendo en un cielo frío de diciembre, la noche oscura, la luna de turno alumbrando el conocido sendero lo justo. Y desde tan lejos que vienen no pierden el rumbo, las ganas, fieles al encuentro conmigo cada año…
(…)
En el Clínico
Sale de la habitación y deja la puerta entreabierta. No es un acto reflejo, casi nada lo es, todo gesto esconde una intención. Es la certeza inconsciente de que no va a poder irse del hospital, no hoy, que no va a ser capaz de vencer lo que la retiene allí, a los pies de esa cama día tras día, el tiempo preso de valor y belleza del que dispone y si se lo dedica… (…)